Faltaban semanas para su boda cuando nos fuimos a hacer esta Pre Boda en el campo. Ahora os la traigo como reflejo del amor de esta pareja.
No suele ocurrir. Pero yo tengo la suerte de ser testigo de la historia de amor de esta pareja desde el primer minuto. Y si la memoria no me falla fue en 2013, en una boda en el Rocío, donde comenzó todo. Y de verdad que no debió ser una casualidad, porque llevan a fuego en el alma la devoción a la Virgen del Rocío. Por eso no podía ser de otra manera, este reportaje tenía que ser en Doñana.
La finca Melo fue el marco perfecto para esta sesión. Con Ana y su padre José María como perfectos anfitriones, descubrimos el pequeño paraíso que tiene esta familia en este entorno maravilloso. Y entre pinos, reses y caballos, con la luz de un atardecer de ensueño, hicimos su Pre Boda en el campo. No hay palabras de agradecimiento suficientes para la hospitalidad de esta familia, que demostraron ser amigos de los novios, pero de los de verdad. Fue increíble el rato que pasamos con ellos. Un millón de gracias.
Y de los novios que os voy a decir. Aunque parezca mentira, no es fácil hablar de gente a la que quieres. Sentarme a escribir sobre unos amigos que se casan siempre me resulta complicado. Son dos personas especiales que se cruzaron en el momento que tenían que hacerlo. Y no diré que son amigos de sus amigos como un tópico más, porque es verdad y yo, que me honro con su amistad, puedo dar fe de ello.
El sábado uniréis vuestras vidas rodeados de la gente que os quiere. Pasa que muchas veces esto nos pasa inadvertido. Pero en pocas ocasiones se junta tanta gente que te quiere como en el día de tu boda. Y ese tiene que ser vuestro mayor tesoro. Celebrar vuestro amor arropados por amor. Por eso yo me siento afortunado, por tener la suerte de trabajar rodeado de gente que se quiere y que es feliz.
Aquí os dejo vuestra Pre Boda en el campo. Se que teníais muchas ganas de verla, así que disfrutadla y preparaos para el gran día… ¡Vivan los novios!