Hicimos esta Preboda en Jerez en González Byass, las míticas bodegas jerezanas…
Cualquier momento que pasas con Virginia y Jesús es un momento agradable. Son de estas personas con las que da gusto estar. Por eso no dudé ni un segundo de que en esta Preboda en Jerez íbamos a pasarlo genial. Nos fuimos a las bodegas González Byass, donde trabaja Jesús. Y allí tuvimos la libertad de visitar todos los rincones que quisimos, en una sesión sencilla y distinta a cuando se trata de una pareja en el día de su boda, quizás lo más habitual cuando se hace un reportaje en esta bodega.
Sin prisas pudimos buscar la luz adecuada para cada fotografía, mientras paseábamos y hablábamos de todo un poco. De los preparativos de la boda, de nuestros respectivos trabajos, de la vida en general… Esto es para mi lo más interesante de mi trabajo como fotógrafo de bodas. La oportunidad de conocer a gente maravillosa. Si además, con el correr del tiempo, terminan convirtiéndose en algo más que clientes, mejor que mejor. Planificando el día de la boda con ellos se llega a conocer en gran medida como son. Y cuando surge la química es cuando estás seguro de que el día de la celebración de su boda todo va a salir redondo.
Me encanta esta pareja
Con ellos surgió la química prácticamente desde el día que nos conocimos. Virginia es la cara visible de Anivir. Día sí y día también, entre vestidos, tocados y pamelas, se encarga de que sus clientas sean las invitadas de boda elegantes y perfectas que sueñan ser. Es una mujer fuerte y hecha a sí misma, una empresaria con las ideas claras. Cuando la conoces puede llegar a intimidar, pero sólo son cinco minutos. Enseguida sale hacia afuera su sonrisa. De Jesús bastaría decir que es un hombre bueno, que no es decir poco. Más cuando sabes que hace años dejó su vida en su Extremadura natal y que desde que conoció a Virginia echó el ancla en Jerez y lo hizo su puerto seguro, su lugar y su tierra en cierto modo. Y que quiere a su novia a rabiar.
Y en un par de días reunirán a sus seres queridos para jurarse amor eterno. Se sentirán arropados y seguros con su gente. Al fin cumplirán el sueño de unir sus vidas para siempre. Y yo estaré allí para contarlo con fotografías. ¿Qué más puedo pedir? ¡Que sean felices para siempre!